En la mañana de hoy, la concejal Margarita Sánchez, junto al técnico del área, Andrés Candel, han realizado una valoración sobre el funcionamiento y las ayudas que se han destinado durante el pasado 2020 desde la Concejalía de Bienestar Social.

La concejalía de bienestar social es la encargada de implementar la política social del ayuntamiento, y por tanto de trabajar con las personas y colectivos más vulnerables, atender a más personas implica que hay más personas en esta situación. Y eso no es un motivo de satisfacción, ni puede ser un indicador positivo. El trabajo de esta concejalía es especialmente sensible a las circunstancias negativas que afectan a las personas, y 2020 ha sido un año especialmente cargado de circunstancias negativas. Los 9 meses y medio que han transcurrido desde el 14 de marzo, han marcado sin duda un antes y un después que aún no ha terminado y que no sabemos qué consecuencias finales tendrá.

Después de las consecuencias sanitarias de la COVID, las consecuencias sociales y económicas son las más visibles y las que más daño están haciendo. La política social del equipo de gobierno se ha tenido que rediseñar de manera paralela al desarrollo de la pandemia, para dar respuesta momento a momento a las necesidades que también momento a momento se han ido detectando por los profesionales.

Según Margarita Sánchez «el firme compromiso del equipo de gobierno con todos nuestros vecinos y muy especialmente con los más vulnerables, se ha visto más reforzado si cabe en estos momentos tan difíciles. La política social a nivel municipal, como sabemos, coordina los recursos de todas las administraciones que intervienen en este ámbito, tanto provinciales como regionales, además lógicamente de los locales, tanto municipales como de otras entidades. Durante el año pasado el trabajo de los servicios sociales de atención primaria ha sido muy exigente a todos los niveles. Ha sido necesario reorganizarse varias veces, aprender a atender telemáticamente con los medios que podíamos contar, aprender a atender presencialmente, adoptando todas las medidas de seguridad necesarias desde el primer momento en que la situación lo permitió, hemos tenido que reconvertir muchos de nuestros procesos administrativos para que nadie se quedase sin la ayuda necesaria en los momentos más difíciles y también en la actualidad, hemos aprendido a trabajar casi sin papel en un tiempo récord, hemos aprendido a usar todas las herramientas telemáticas que nos permiten llegar a más personas y, sobre todo, no hemos dejado de atender a ninguna persona que se haya dirigido a nosotros demandando ayuda». 

«Y todo esto lo hemos hecho desde el primer momento de la pandemia. En un primer momento garantizando que en una situación de emergencia como la que se dio entre marzo y mayo, a nadie le faltase lo básico, pero retomando en la medida de lo posible la normalidad desde esa fecha. Y supliendo en ocasiones las carencias de otras administraciones a las que por diversas circunstancias les costó más volver a la normalidad. Evidentemente es lo que tiene estar cerca de las personas con las puertas abiertas, es lo que implica ser, como hemos dicho, la administración más cercana a las personas. Y evidentemente es lo que nos impulsa cada momento para seguir trabajando cada día para hacerlo mejor», finalizaba la concejal de Bienestar Social.

Por su parte, el técnico del área ha abordado las medidas que se adoptaron durante la fase de confinamiento, priorizando aquellas que se consideraban urgentes: falta de alimentos, medicamentos y cualquier problema relacionado con suministros, violencia de género, atención a personas vulnerables que no puedan realizar por sí mismas actividades básicas, incidencias SAD y atención a personas que necesiten atención/apoyo psicológico telefónico. La atención empezó siendo telefónica y se coordinó ese trabajo con el personal del servicio de teleasistencia, que se presta a unas 600 personas mayores en nuestra ciudad, de las cuales viven solas. El seguimiento se hizo a 171 familias, a las que hay que añadir 33 más cuyo seguimiento se hizo desde psicología. 

El número de familias que demandan ayudas relacionadas con el mantenimiento de condiciones básicas se multiplicó casi por cinco en abril y con respecto al año anterior (36 a 134 en abril y 34 a 154 en mayo). Para resolver estas situaciones se hacen más de 1.000 llamadas telefónicas en esas semanas. 

Una vez pasado el confinamiento, el ayuntamiento dotó de más presupuesto a las partidas que proveían el actual sistema de ayudas.

Todo lo relacionado con la promoción de la autonomía personal y atención a la dependencia, que en su mayor parte está vinculado a personas mayores, se ha ralentizado de una manera considerable. Tan sólo lo relacionado con ayudas de emergencia social y con el SAD se ha mantenido o incrementado con respecto al año anterior. Al contrario que el número de trámites, que ha disminuido, la cantidad de familias con las que se ha trabajado ha aumentado. Si el año pasado se trabajó con 915 familias, este año hemos llegado a los 980, lo que nos situaría en torno a las 3.000 personas. 

En cuanto al programa de Mantenimiento de las Condiciones Básicas, hay que reconocer que en una situación como la que se ha atravesado este año, se ha primado la gestión de ayudas por encima de la intervención. El periodo de maro a mayo supuso un incremento sin precedentes, tanto en familias atendidas, como en dinero invertido, como en ayudas tramitadas. Sólo entre medio mes de maro, desde el inicio del estado de alarma, hasta finales de mayo, se había igualado todo el gasto del año anterior, y casi se había igualado el número de ayudas. A estas cifras hay que añadir las ayudas que se han tramitado ante la JCCM, las ayudas de Emergencia Excepcional, la ayudas del plan Cruz Roja Responde… En total, más de 300.000 euros gestionados desde los Servicios Sociales para paliar situaciones creadas como consecuencia de la pandemia. En cuanto a personas atendidas, también se incrementa la cifra pasando de 11 familias y 348 personas a 292 familias y 929 personas. 

Por otra parte, el programa con el que trabaja el Equipo Técnico de Inclusión Social, en 2020 trabajaba con 63 unidades familiares y cerca de 100 personas. 

En cuanto a las ayudas de libros escolares que cada año paga el ayuntamiento para alumnos de los centros escolares de la ciudad, en 2020 y para el curso 2020/2021 se han adquirido material para 104 niños de primaria y 22 de secundaria por un importe de algo más de 8.000 euros. En 2020 se ponía también en marcha el Centro de Día para la Infancia y la Adolescencia.

En el servicio de Ayuda a Domicilio, desafortunadamente en 2020 se ha combinado la situación sanitaria con la gestión que hace la Consejería del servicio para frenar la tendencia a incrementar anualmente el nº de horas prestadas. En los tres meses de pandemia se dejaron de prestar 4.614,75 horas. El año finalizaba con lista de espera, 5.170,67 horas prestadas menos que en 2019, 11.438,92 menos de las que recoge el convenio, y más de 70.000 acumuladas desde 2009. Los datos del año, no siendo buenos, al menos dejan un aspecto positivo, ya que a pesar de haber prestado menos horas, se ha atendido a más usuarios que en 2019, 182 frente a 180, y aunque sea un levísimo incremento, teniendo en cuenta la variación de horas, sin duda se puede considerar un dato positivo. Por lo demás, el SAD continúa siendo un servicio que atiende mayoritariamente a personas mayores, seguidos de personas con discapacidad, 7,1% y ya otros grupos con menor %. 

Para finalizar, el técnico de Bienestar Social ha recordado que uno de los principales objetivos de este servicio es apoyar a los colectivos y grupos que tienen una problemática común y que pueden organizarse para trabajar en su promoción y mejora. Un año más, se ha apoyado la creación y el funcionamiento de algunas asociaciones de nuestra ciudad, que ahora prestan sus servicios a muchas personas afectadas por distintas patologías y problemas. Todas juntas conforman el colectivo de asociaciones y entidades sociosanitarias y muchas están integradas en el Consejo Local de la Discapacidad. En 2020 hay que destacar que, a pesar de la situación sanitaria, se ha conseguido abrir un nuevo centro de asociaciones, en el que 2 colectivos reciben servicios en mejores condiciones y de manera más estable. Con este nuevo espacio, ya son 3 los centros en los que 10 asociaciones prestan sus servicios a cientos de usuarios. Desde la concejalía se hace un esfuerzo económico y de coordinación, para sacar el máximo rendimiento a esos espacios, y que cada vez más personas puedan beneficiarse de los servicios que allí se prestan.

En este año COVID, también se ha apoyado a todas estas asociaciones y colectivos aportando material de protección, incluso ampliando a algunas asociaciones que no estando en los centros de asociaciones, se ha considerado que por proximidad con los servicios sociales podían necesitarlo.