El objeto de esta comparecencia de hoy es comunicar oficialmente a la población de Almansa que desde el Ayuntamiento se ha denegado la calificación urbanística y por tanto la licencia de actividad a la empresa ABONOS ORGÁNICOS MONTAGUT SL para la instalación y puesta en funcionamiento de una planta de Biogás en el paraje de El Saladar.
Como saben, cuando este equipo de gobierno tomó posesión, se encontró con el procedimiento referente a este asunto muy avanzado, contando además con la complicidad del anterior Gobierno del Partido Popular para que saliera adelante. Este asunto podría haber estado cerrado desde hace mucho tiempo, siempre que no se hubieran dado facilidades ni aprobado excepciones urbanísticas que favorecieran el proyecto.
Desde el primer momento, el Equipo de Gobierno, ha dispuesto de todas las herramientas técnicas y legales, tanto municipales como externas, tanto públicas (de otras administraciones, Diputación de Albacete) como privadas, para frenar la instalación de la Planta. No por capricho, sino porque estamos firmemente convencidos de que existen motivos suficientes para considerar que su implantación sería negativa para Almansa y para los almanseños.
La calificación urbanística es la autorización para que una actividad determinada, en este caso esta planta de tratamiento de residuos, pueda instalarse en suelo rústico, la ley permite que el órgano competente, en este caso el Ayuntamiento, pueda denegar esa calificación cuando a su juicio la actividad de que se trate pueda provocar un impacto territorial indeseable o perjudicar la conservación de los valores naturales de este suelo. Y en base a estos criterios el Ayuntamiento ha evaluado que ese impacto indeseable en el territorio y en los valores naturales del suelo se iba a producir y por tanto ha procedido a la denegación.
Por eso, los promotores no han obtenido de este Ayuntamiento todos los permisos necesarios y no podrán construir ni explotar esta planta proyectada en Almansa.
La resolución ha sido elaborada por los servicios jurídicos del Ayuntamiento, trabajando conjuntamente con una consultora legal en la que hemos decidido apoyarnos ante la complejidad del caso.
Se han recabado múltiples informes, y durante todo este tiempo se ha trabajado en un ambiente de presión tanto de los sectores sociales que se han movilizado contra la instalación de la Planta, como de la propia empresa solicitante que también ha pretendido condicionar la decisión de este Ayuntamiento.
Pero, desde el Ayuntamiento, no podíamos consentir:
1º. Que los vecinos tuviéramos que soportar los malos olores propios de una empresa de estas características. En ningún caso la empresa justifica cómo evitaría el riesgo de que se produjeran. Se ha concluido que aún en el mejor escenario posible, con todas las medidas correctoras en funcionamiento, la contaminación por olores tiene una alta probabilidad en algunas zonas de segundas residencias y de la zona industrial de ‘El Saladar’ (no olvidemos que la reindustrialización de la ciudad pasa obligatoriamente por esa zona), además de que no pueden descartarse afecciones a zonas más amplias en caso de algún tipo de mal funcionamiento.
Desde el Ayuntamiento no se quería someter a la población al riesgo de la contaminación por olores, con la pérdida de calidad de vida que esto supone para quienes lo sufren y el deterioro que para la ciudad supondría.
2º. Desde el Ayuntamiento no podíamos consentir que los vecinos tuvieran que sufrir las molestias del alto número de camiones que llevaría aparejada la actividad. No existe infraestructura suficiente para ello.
De una parte, para la llegada de los residuos a la planta de Biogás, estamos hablando de que se pretendía tratar 321.000 toneladas de residuos anualmente. Posteriormente, también en camiones, habría que trasladar el desecho de ese tratamiento. Y de otra parte, habría que evacuar el producto final, también en camiones, puesto que la empresa no ha presentado otra alternativa de extracción del gas resultante y ha planteado como alternativa un ‘gasoducto virtual’ que no es otra cosa que evacuar toda su producción de gas natural a través de camiones cisterna, lo que supone un tráfico denso y constante de vehículos peligrosos por nuestros caminos.
No podemos someter a la población de Almansa al riesgo de accidente que supone este tráfico constante de vehículos peligrosos. La ciudad no tiene por qué asumir esta situación y las consecuencias que se podrían producir.
Estaríamos hablando de cientos de camiones que atravesarían la Circunvalación y el resto de entradas de la ciudad.
Además, para hacer posible los usos pretendidos, el camino de La Columna tendría que ampliarse y utilizarse en exclusividad por esta empresa y se generaría una densidad de tráfico incompatible con los usos actuales y que sin duda desvirtuaría los valores naturales del suelo rústico. No queremos que el acceso se convierta en una carretera de uso exclusivo de esta planta y generar un tráfico que desvirtúe el uso del camino.
3º. Sumado a todo lo anterior, la nueva EDAR (Depuradora) construida recientemente no tiene la capacidad suficiente para el tratamiento de los residuos de la planta. Se ha constatado que no sería posible el vertido de las aguas residuales de la planta de tratamiento de residuos a la EDAR de Almansa con camiones cisterna, porque la nueva depuradora no está diseñada ni para recibir vertidos industriales por este procedimiento, ni para gestionar los más de 30 camiones diarios que llegarían desde Montagut. Sin duda alguna se trataría de un impacto territorial indeseable.
Por último, y no menos importante, hemos escuchado y tenido en cuenta desde el primer momento, cuando estábamos en la oposición y ahora en el gobierno, las reivindicaciones ciudadanas y lo que entendemos que es la voluntad popular mayoritaria.
Hemos escuchado los planteamientos de todas las personas y colectivos y nos hemos apoyado en las alegaciones que en su día se hicieron llegar para finalmente emitir una resolución que entendemos que es ajustada a derecho, pues toma en consideración diferentes aspectos que prueban que esta actividad traería consecuencias negativas a nuestra ciudad.